24 de septiembre de 2009

Capítulo Seis



Me sentía aliviada en cierta forma, ya que sabía que me quedaban sólo tres meses para dejar de estar en "estado embarazoso" como lo llamaba Gaby.
Nico, por su parte, cada día que pasa se acostumbra a la idea de ser papá y eso me llena de alegría, siento que aunque seamos tan jóvenes podemos hacernos cargo del "ser" que viene en camino.
Cari ha sido un pilar fundamental, junto con papá, ya que se preocupa de cada aspecto de mi embarazo. Es ella la que me lleva a los controles médicos para chequear el estado de mi bebé y me compra las vitaminas y suplementos necesarios para que todo esté en orden. Es ahora cuando más valoro su acción de "mamá suplementaria".
Gaby, con sus locuras e ironías, me ha acompañado durante todo el proceso que he vivido. Creo que, de cierta forma, ella ha sido tan fuerte como yo al enfrentar esta situación, pués su mamá es una de esas señoras totalmente conservadoras y desaprueba por completo la idea de una adolscente embarazada. Pero Gaby no ha tomado en cuenta los pensamientos de su madre hacia mí y ha recorrido cuanta clínica y famarcia junto a "nosotros".
Debo reconocer que en un principio sentí angustia y miedo por mi embarazo, me pusé a pensar en una serie de dolores y traumas que, realmente, NO quería sentir. Pero ha sido totalmente lo contrario, no he sentido dolor alguno, salvo algunas pataditas que el "ser" dentro de mí me proporciona por la noche.

23 de septiembre de 2009

Capítulo Cinco



Mi panza crecía día a día. En la escuela era como una extraterrestre a la que todos miraban con asombro. Me sentía como un PLANETA. Mis pantalones tuvieron que ser ajustados a mi nueva figura y las poleras ya estallaban.
Recuerdo el día en que me presenté frente a los Sotomayor, sus caras eran perfectas, algo así como de telenovelas.
Ricardo y Marcela(los "padres adoptivos") nos recibieron con una gran sonrisa, conversé por HORAS con ambos. Al salir de esa casa, llena de muebles de calidad y alfombras importadas, me dí cuenta del ERROR que estaba cometiendo.
-Papá...- le dije mientras se ponía el cinturón de seguridad para emprender camino a casa.
-Dime.
-Creo que NO estoy haciendo lo correcto.
-¿Qué quieres decir con eso?
-Creo que lo mejor sería quedarme con el bebé. He pensado que mi conciencia no estaría en paz si les doy el bebé a esas personas.
Papá me miraba con admiración, quizás el también pensaba de esa forma, pero lo único que dijo fué...
- Si tu crees que es lo mejor para tí y para TU HIJO, cuénta con TODO mi apoyo.

22 de septiembre de 2009

Capítulo Cuatro

Era la hora de arrogarle la bomba a papá y a Cari. Algo inusual me ocurría. Tenía nervios.
Respiré profundamente y miré a Gaby, quién con un “vamos” y una palmada en la espalda me empujó hacia el living.
Papá tenía esa mirada tranquila y sensible que siempre conocí, pero que ahora presentía algo que iba más allá de lo normal. Cari estaba inquieta, mirándose las uñas.
Respiré otra vez y comencé a caminar en frente de ellos.
- ¿Qué pasa corazón?¿Ocurrió algo en el colegio?
- No papá, no pasó nada en el colegio. Bueno… quería decirles…
Los nervios me atacaban sin piedad y mi cara lo reflejaba claramente.
- Anda, dinos de una vez que ocurre- dijo Cari impaciente.
- Está bien. Papá, Cari.
Un silencio tremendo se apoderó de la habitación y de mi cuerpo que temblaba de forma anormal.
- Estoy embarazada.
La cara de papá seguía siendo tranquila, pero a la vez inquietante, me miraba queriendo decir lo defraudado que estaba de mí. Su hija mayor, su angelito, como el me llamaba, le estaba diciendo que esperaba un hijo a los 15 años.
- Lo siento papá.
- No creí que fueras esa clase de chica. Pensé que sabías decir NO.
- En realidad no sé que clase de chica soy.
Los ojos de papá seguían puestos en mí, así que rápidamente le mencioné el plan que tenía en mente; sobre la adopción.
Tras largo tiempo de conversación, papá acepto mi estado y me apoyó en la decisión tomada.
Cari, por otra parte, se preocupó de tomar las horas al doctor para ver como marchaba mi embarazo.
Cuando creí que todo había acabado, papá me pregunto “¿Quién es el padre?”, a lo que un poco avergonzada dije “Nico. Pero por favor no le digas a su madre, recuerda que no le agrado en absoluto.” Papá accedió a guardar la información sobre el padre del ser que llevaba dentro.
Al día siguiente, papá se preparó temprano para acompañarme a la casa de “los padres adoptivos”.
Al ver esa casa ENORME, me imaginé a miles de niños corriendo por el jardín, bajé de mi nube en dos segundos y me bajé de la camioneta.
Toqué el timbre.





20 de septiembre de 2009

Capítulo Tres

-¿Escuchaste la radio esta mañana?
- No… ¿Qué paso?
-¡Ros! ¡Tu solución!
-¿Cómo? Habla claro mujer.
-Hoy escuché que una pareja joven y adinerada está ansiosa por adoptar un bebé…
Apenas escuché la palabra “adoptar” me brillaron los ojos, como si hubiese encontrado una mina de oro en el desierto.
-¡Wow! ¿Y sabes la dirección?
-¡Obvio! Sabes que cuentas conmigo.
Gaby a veces decía cosas tan enredadas que yo solo atinaba a sonreírle.

Esa tarde fui a la casa de Nico.

-Hola. ¿Cómo estas?
-Bi-bi-bi-en, ¿y tú?
-Embarazada.
La cara de Nico, era más blanca de lo normal, le temblaban las piernas y su voz era más tartamuda que de costumbre.
-¿Qué deberíamos hacer?
-Bueno, ya tengo todo resuelto ¿sabes? Hay una pareja joven y con mucho dinero que quiere un bebé, y bueno, yo soy su solución. ¿Estas de acuerdo?
-S-s-s-si, si tu lo dices.
-Ok, nos vemos.

"15 1/2 - La vida en 9 meses"



“15 ½: La vida en 9 meses”.
A sus 15 años (y 6 meses) y tras su primera relación sexual Rosario queda embarazada. Lo que parece un gran problema para cualquier adolescente, para Rosario no es más que un estado transitorio. Con la ayuda de su padre, su madrastra y su mejor amiga, Rosario logra encontrar la mejor solución para salir del enredo en el que se ha metido. Una historia llena de nuevas experiencias y lecciones para jóvenes adolescentes.



Capítulo Uno


Empezó con una canción.
Mi nombre es Rosario, mi papá me puso así porque fue donde conoció a mi mamá, Rosario es una ciudad que queda en la VI región de mi país. Mi papá es mecánico automotriz, aunque nadie lo crea cuando era joven participó en la Armada, pero se retiró con 20 años de servicio. Mi mamá… bueno, mi madre biológica nos abandonó a mí y a papá cuando tenía 2 años. Nunca la he visto. Pero papá se volvió a casar, así que tengo una madrastra. Cari es mi madrastra, trabaja en un salón de ballet para preescolares y es una obsesionada de las telenovelas mexicanas.
Basta de mí circulo familiar.
En mi escuela soy solo una estudiante más, no me gusta el ámbito de popularidad y esas cosas, aunque sé perfectamente que soy mirada por los descerebrados futbolistas como la chica lunática con la que todos quieren salir.
Mi mejor amigo, Nico, es el líder del laboratorio estudiantil, es algo así como una secta de químicos y mecheros…

Capítulo Dos

-¡Vamos Joe!, solo toma el dinero y dame el test.
-Rosario, es el tercero que te vendo, solo asúmelo.
-¡Como digas!
Era verdad. Joe, el gordo de la tienda de la esquina, me había vendido el tercer test de embarazo en el día, pero debía estar segura.
-¡Que bien!- dije sarcásticamente.
Ahí estaba otra vez, ese símbolo rosado que confirma el embarazo.
Le pagué el test a Joe, subí a mi bicicleta y me fui a mi casa.
-¿Gaby?
-Si, soy yo ¿Qué pasa Ros?
-Estoy embarazada
-¿Segura? ¿Ya te hiciste el test?
-Si, lo hice tres veces.
-¡Wow! ¿Y que piensas hacer?
-Bueno, no lo sé, no puedo abortar, es un delito ¿no? Lo único que me queda es la adopción.
-¿Y ya le dijiste a tu papá?
-No, aún no. Quiero prepararme bien antes de darles el pastelazo.
Siempre he tenido mucha confianza con papá, pero en cierta forma me aterraba la idea de contarle sobre mi embarazo.