Mi cabeza es ahora como un laberinto al que no le encuentro salida.No hay salida.
Es agobiante no saber que hacer, no saber que es mejor o que es peor, sobre todo cuando están en juego sentimientos y lazos que han estado durante toda tu vida.
Otra vez me encuentro en el laberinto y siento que me ahogo en medio de la oscuridad que me rodea, trato de escapar, pero no veo luz.No hay LUZ.
Comprendo que mi vida, en este instante, es un laberinto al que tengo que encontrarle una salida. Tengo claro que no será fácil, pero también se que puedo ser mi propia luz e iluminar mi camino.
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